«Todos tienen algún objeto precioso...», Chantal Maillard





Todos tienen algún objeto precioso que ofrecer:

un cuenco de agua negra en que mirarse,

la piel recién curtida de un leopardo,

un hijo o un potro amado por los vientos.

Pero yo nada tengo salvo

las huellas de mis pies desnudos

en la tierra.

 

 

 

en Hainuwele y otros poemas, 2009