Es hora de confesar mi secreto, Bernardo Navia



Es hora de confesar mi secreto,

es hora de destaparles mi herida

y dejar que salga de su guarida

el más triste, el más torcido soneto.

 

Persiste esta, mi manía, en cuarteto

como la nieve que no es derretida,

como Dios persiste en silla escondida

y persiste en su silencio discreto.

 

Manía esta de sentir que me inmolo

en algún fuego que nadie empezó,

que es de la esperanza el opuesto polo;

 

que en este verso mío escribo yo

que el corazón se me quedó tan solo

que un día simplemente se apagó.

 

 

 

en Noventa y nueve sonetos, 2024