La frente y el olvido, Alberto Baeza Flores



Desesperadamente

el amor nos buscaba sin hallar el secreto.

Fue preciso oír venir la tierra por la mañana desbordada

tocar otros países en donde mi ventura se reanima

escuchar otros árboles donde mi voluntad se agranda.

 

Espérame. Fue aún preciso ver abrirse su estatua,

encontrar el andar bajo los pozos sin oídos,

atender a la calle de pie como un enfermo

que ya no admite el cielo

habituarse de nuevo al renacer de los fantasmas.

 

Escúchame. Fue necesario vagar como dos ríos

dentro de nuestro olvido,

sin encontrar las puertas ni el llamado,

sin atender los pies de la mañana,

sin saber de los muros apagados.

 

Fue necesario que la ternura

comenzara a distinguir la niebla de las hojas

a separar la lluvia del invierno,

la frente de las lágrimas.

 

Fue necesario un largo vivir sin nadie

para que comprendiéramos.

 

 

 

Antología 8 nuevos poetas chilenos

Suplemento de la Revista “Sech”

Edición de la Universidad de Chile

1939